
Benjamin Zander descubrió que su verdadero poder deriva de su habilidad para hacer poderosas a otras personas.
En una de sus conferencias, fui testigo de cómo funciona su método. Un legado que compàrtió en su libro: El Arte de la Posiblidad.
De Saramago a Zander.
Al enterarme que el gran escritor José Saramago estaba hospedado en el Hotel Palace de Madrid, España, llamé por teléfono y le pedí el favor a la recepcionista que me lo pasara. Ella me contestó tan rápido «Lo comunico», que la verdad no tuve tiempo ni de asustarme. Segundos después el Nobel me saludaba del otro lado de la línea con un: «Olá».
El maestro me contestó en un español cadencioso adornado de acento portugués y de manera muy amable me dijo:
“Ahora no puedo concederle la entrevista, porque me va a dejar el avión”.
En aquella época de reportero yo no dudaba, nunca pensaba en los obstáculos, siempre en las posibilidades. No hay otra manera de ejercer el periodismo. En ese momento re afirmé que si es posible lograr una entrevista de esta manera. Fue El Arte de la Posibilidad en acción. Aunque suena fácil tuvo su estrategia y sus carreras. Nos separaban pocas calles. Entonces, corrí.
Más se tardó él en bajar a la recepción del hotel, que yo en estar allí parado. Para no agredir su amabilidad, tomé el pequeño libro cuyos derechos económicos José Saramago había donado a los damnificados del terremoto de Armenia y cuando el Nobel descendía con su gabardina colgada del brazo, con sus ojos inmensos, sus gafas inmensas; me le acerqué para pedirle una firma sobre la primera página de su libro -truco de reportero- sabía que no se negaría.
Le agradecí la donación de los derechos económicos de la publicación, mientras mi otra mano dejaba su escondite y aparecía en forma de micrófono. De la nada salió la cámara, él entendió y nos siguió el juego –no se molestó- y se hizo -posible- realizar la entrevista. Fue corta pero lo necesario para una buena nota en el noticiero donde no suelen superar los 2 minutos estas historias.
Hoy lo recuerdo y lo entiendo: fue vivir el Arte de la Posibilidad de Benjamin Zander.
Y es que todos los días se escoge entre los obstáculos o las posibilidades. En este texto elegí hacer énfasis en lo posible y pretendo seguir haciéndolo día a día. Decir como mantra “mañana será otro día” encierra el carácter infinito de la posibilidad si uno lo cree. Es mi forma de ver la vida.
No desconozco las barreras que nos impone la vida, soy realistas, pero hay que combatir la duda, y en especial el miedo. Sentir como un mantra “mañana será otro día” encierra el carácter infinito de la posibilidad si uno lo cree. Es mi forma de ver la vida.
El Arte de la Posibilidad.
Fue por pensar siempre en la posibilidad, como un músculo que se puede entrenar, que me pude conectar con el mensaje del director de la Orquesta Filarmónica de Boston, Benjamín Zander, quién junto a su esposa escribió el libro y la conferencia: El Arte de La posibilidad.
Éllos plasmaron allí de manera virtuosa algo que yo llevaba en el alma y aún no había traducido en palabras.
Entonces fui testigo de cómo una conferencia, se puede convertir en una experiencia inolvidable. Fue en uno de los primeros ExpoManagment que se realizaron en la la Ciudad de México. Luego este evento se convirtió en el famoso WOBI.
Zander preguntó entre 4.500 personas, ¿quién esta cumpliendo años hoy ? tímidamente varios alzaron la mano. ¡Acérquense! –exclamó el director vestido de sacoleva-
A su llamado a la tarima sólo se acercó un parroquiano, mientras la cámara del circuito cerrado de televisión le realizaba un primer plano a su rostro asustado, Benjamin Zander dijo:
“ Si antes de entrar aquí, a éste hombre le preguntaran sobre la posibilidad de que 4.500 personas le cantaran el Happy Birthday, como respuesta definitivamente lo hubiera considerado inviable !Error!…”
Benjamin Zander
Benjamín logró, de los que estábamos allí, un entonado Feliz Cumpleaños, fue un coro sólo comparable al de la fuerza colectiva de las barras en los estadios de fútbol.
El rostro de aquel hombre pasó de la timidez al éxtasis; aún debe tener pegada la quijada de la inmensa sonrisa de aquel día. Éste fue su primer paso para ilustrar el arte de la posibilidad.
Zander también descubrió un día que su verdadero poder se deriva de su habilidad para hacer poderosas a otras personas.
Lejos del egoísmo, ésta es la función de los verdaderos políticos y demás líderes. Y por qué no, de esta humilde opinión.
Al final de la charla Benjamín Zander nos convenció de que podríamos cantar en coro la Oda de la Alegría, pero ¡en alemán!, -francamente no lo creí posible pero…- nos dijo abran su libro en la página tal y sólo canten.
Entonces fue posible, con un texto escrito de la forma que se debe pronunciar en alemán, pero comprensible para quienes hablamos español.
Fue simplemente maravilloso, inolvidable.
Y creo que ustedes también la pueden cantar en alemán haciendo honor al escritor Frederick Von Schiller, quien compuso el poema y luego lo adaptó magistralmente el genio de Beethoven en el cuarto movimiento de su novena sinfonía en D menor.
Solo hay que hacer lo siguiente…
Recordar la melodía, entonar el texto que sigue y cantar la Oda de la Alegría, nada más y nada menos que en alemán, sin hablar alemán y con una pronunciación bastante decente.
FROY-DER, SHER-NER GETTER-FOON-KEN,
TOCH-TER OUSE E –LYSE-IUM,
VEER BE -TRAY-TEN FOY-ER TROON-KEN,
HIMM-LEE-SHE, DINE HIGH-LISH- TOMB!
DINE-ER TSOW-VER BINN-DEN VEE-DER,
VOSS DEEMO-DER SHTRENG GE –TILET;
ALLAH MENSCHEN VEAR-DEN BROOD-AIRE,
VO-DINE ZANF-TAIRE FLOO-GEL VILE´T.
Creo que el Arte de la Posibilidad nos recuerda la capacidad que tenemos para vencer el miedo, actuar con confianza, agenda y foco. Nos puede liberar para poder aportar, crecer y construir nuestro camino.
También para comprender nuestro propósito.
Gracias Maestro.
Por Mauricio Aranguren Molina
Texto publicado por primera vez en la columna de opinión que escribía en el periódico La Patria, entre 2003 y 2005. La comparto, con pequeñas modificaciones, porque hay textos que perduran en el tiempo.